La Diócesis de Plasencia abre a la investigación y al público la Biblioteca de los Jesuitas con la colaboración de Caja Rural de Extremadura

Después de varios años de recuperación y acondicionamiento de la Biblioteca de los Jesuitas del Palacio Episcopal de Plasencia, los responsables de la Diócesis han presentado hoy a los medios de comunicación cómo ha sido el proceso de recuperación y acondicionamiento de la misma, el proceso de digitalización de los casi 5.000 volúmenes y, sobre todo, el nuevo uso de la misma al ponerse a disposición de docentes e investigadores para su consulta, investigación y difusión.

El esfuerzo humano de la Diócesis, personalizado en la Delegación Diocesana de Patrimonio y en el personal del Archivo Diocesano; y el económico, han sido ímprobos, sobre todo desde que en febrero de 2018 se iniciara el proceso de catalogación culminado en los últimos meses con el de digitalización.

Tapiada durante décadas, fue descubierta por el Obispo Vilaplana Molina en los 70.

Nuestro Obispo, Monseñor don Ernesto Jesús Brotóns Tena, estuvo acompañado por la delegada diocesana de Patrimonio, doña Mercedes Orantos Sánchez-Rodrigo, y por el técnico archivero Gorka Díaz Majada. Fueron los encargados de conducir la presentación en las instalaciones de la propia biblioteca. Estuvieron presentes también el Vicario General, don Francisco E. Barrado Broncano, el Vicario de Asuntos Económicos y Ecónomo y Consiliario de Patrimonio, don Antonio Luis Galán; doña María Teresa Marcos Martín, Secretaria Canciller; y don Jesús Lamas y don Alfonso Pardo, Director Territorial y director de la oficina de Caja Rural de Extremadura de Plasencia, respectivamente, entidad que ha colaborado en esta última fase de digitalización.

Doña Mercedes Orantos, delegada diocesana de Patrimonio, hizo referencia al proceso de seis años de catalogación, conservación y digitalización, pero también quiso contextualizar “tenemos que hacer una retrospectiva histórica para saber por qué se sitúa en el Palacio Episcopal”, recordando del momento en que fueron expulsados los Jesuitas y la posterior real cédula de 1771 por la que los palacios episcopales tenían que abrir bibliotecas públicas y también la real provisión de Carlos III para que las bibliotecas de los Jesuitas pasaran obligatoriamente a los Palacios Episcopales. Todo ello bajo el episcopado de Monseñor González Laso. Posteriormente se produjo el tapiado para evitar que las tropas napoleónicas la destruyeran y ya a finales de los 70, cuando se recupera con Monseñor Vilaplana como Obispo.

Es en 2018 cuando se toma la decisión de catalogar la biblioteca y que todo el mundo la pueda disfrutar. Tras la catalogación se pasaba al “colofón”, que es la automatización y publicación del catálogo para que todo el mundo pueda acceder a través de la red, motivo de la rueda de prensa.

Por su parte, Gorka Díaz, técnico archivero, hizo un largo recorrido por las características técnicas de la biblioteca y el sistema utilizado para la catalogación, además de descubrir algunos detalles que hacen única la biblioteca y que también detallamos en un enlace al final del texto (pinche aquí).

Monseñor Brotóns cerró la presentación agradeciendo la colaboración de los técnicos archiveros y de la delegación de Patrimonio, por la ingente labor realizada, además del apoyo de empresas colaboradoras que han evitado que no se pierdan algunas obras y que permiten recuperar “este tesoro”, al que hizo un guiño personal en su condición de investigador, destacando el valor en distintas materias de los volúmenes que componen una “verdadera biblioteca ilustrada”, reflejo del compromiso de la Iglesia “con la cultura”, un compromiso “que hacemos nuestro y por el que apostamos”.

“No está sólo para observar sino que quiere promover el estudio y la investigación y por eso se va a ofrecer a los investigadores. A los que nos gusta este ámbito es casi un vicio” -bromeó-. También destacó el hecho de habilitar el espacio para visitas guiadas para que todo el mundo pueda contemplarlo y disfrutarlo, que sea un espacio “abierto”.

* La construcción de la Biblioteca de los Jesuitas data del Siglo XVIII y se construyó entre 1772 y 1774 dentro del propio Palacio Episcopal, guardando volúmenes de mucha antigüedad para un total de 6.366 obras, entre ellas una protoincunable datada en 1480 y siete incunables editados entre los años 1480 y 1500.